Hoy me levanté pensando en que el tiempo realmente es un soplo. Particularmente me sucede con frecuencia que lo que viví hace muchoscientosmil años lo recuerdo metiéndome el cuento de que fue hace poquito…pero que va. Por más que uno no lo quiera ver, el tiempo va pasando, implacable.
Parece que fue ayer aquel 1987 cuando comencé a meterme en esta excursión al mundo del rocanrol, motivado por mi inconformidad frente a los ritmos del trópico tan habituales en mi medio. Fue en ese 87 cuando de la mano de Bon Jovi (Tha Kiiingg!!) empecé a descubrir un cumulo de bandas que eran más que simples “peludos marigüaneros” como les decían en mi casa. Talento, actitud, mensajes y energía era lo que les sobraba.
En medio de ese descubrimiento adolescente recuerdo haber visto el video de “Panama” de Van Halen, canción que ya hacía unos años había salido en su memorable album 1984 pero que yo apenas venía a conocer; y por fortuna, pues ese sonido impactante proveniente de la guitarra de Eddie Van Halen y el derroche de poder (sumado a la imagen estrafalaria) de su vocalista David Lee Roth no eran algo que uno pudiese pasar por alto.
Lo curioso del tema es que este fin de semana me dio por escuchar enterito el A Different Kind of Truth, el décimo segundo y más reciente trabajo de estudio de la banda californiana y siento como que el tiempo no hubiera pasado. El sonido característico de la guitarra de Eddie sigue siendo el soporte para que el andamiaje de estas leyendas siga su curso acompañado por supuesto y después de tantos años, del hijo prodigo (Lee Roth) quien vuelve a poner su voz en alto.
A finales de los 70’s Van Halen alborotó la escena musical gringa con el lanzamiento de su homónimo álbum debut, que es considerado una de las joyas del rock. En particular, por ese señor guitarrista, quien sin duda es uno de los más innovadores e influyentes del negocio. A esto lo siguieron otras 10 placas hasta 1998, todas en lo más alto de las listas. No en vano tienen el record de la mayor cantidad de canciones en el número 1. Estamos hablando de capos entre los capos!!
Los dueños de “Jump”, esos que fueron capaces no sólo de sobrevivir a los cambios de vocalista y continuar siendo exitosos (obviamente con mayor impacto del actual frontman de Chickenfoot Sammy Hagar que del vocalista de Extreme Gary Cherone, que alcanzó a estar en el Van Halen III del 98), continúan llenando nuestros oídos y retinas con ese sonido que le recuerda a uno por qué es que el rock es lo mejor de lo mejor.
A pesar de extrañar el bajo de Michael Anthony (también con Chickenfoot), el dúo de hermanos Van Halen + El hijo de Eddie + David Lee Roth se fajaron con su regreso después de 14 años sin grabar. Y aunque confieso que “Tattoo” no es que me haya chiflado del todo, si sirvió para que se volviera a despertar mi admiración por estos genios. Solo basta poner a sonar bien duro temas como “She's The Woman”, “Chinatown”, “Bullethead” y “As Is” para darse cuenta de que se está en frente de uno de los mejores discos de rock del año.
Qué bueno que exista, en este caso a través de la música, la excusa perfecta para recordar que aunque el tiempo pase y las cosas hayan sucedido hace muchoscientosmil años, lo bueno simplemente perdura.
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