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lunes, 23 de enero de 2012

BAJOTIERRA: EN LA HISTORIA DEL ROCK COLOMBIANO


Aún recuerdo las épocas en qué grandes titanes del rock criollo como Kraken, Perseo, Ekhymosis o Estados Alterados hacían su música y se trataban de hacer conocer “con las uñas”, a punta de trabajo y mucho toque en vivo.

Hoy por hoy y sin decir que no se haga un gran esfuerzo como en ese entonces, es indudable que se tiene un poco más de promoción: el internet, los intercambios de música, la difusión en canales internacionales y la globalización en sí, han ayudado mucho a que los grupos de hoy se conozcan más y tengan un mejor sonido.

No me cabe duda de que en una época como estas una banda de los años 90 como la que hoy nos ocupa, estaría en la cima; lejos. De hecho, mi adolescencia  y posterior adultez me ratificaban al son de unos buenos aguardientes, que Bajotierra debió reclamar el cetro como la mejor banda de rock colombiano y no soltarlo jamás.


Reconozco que en la vida escuché sus primeros demos y que tristemente coincidía el hecho de que no tuviera plata (o tuviera otro parche en esa época, -una tomadita de pola, o un parcial atravesado, que sé yo) como para haber ido alguno de sus toques. Fue sólo hasta que vi un vídeo con un grupo tocando en un antro de mala muerte en la zona de Guayaquil (“Ojos Enfermos”  de su primer álbum Bajo Tierra de 1994) que identifiqué que algo bueno y distinto estaba pasando en la escena local paisa. Y si no, basta recordar otras buenas propuestas de la época como El Pez o Polvo de Indio, por mencionar sólo dos.

Y llegó Lavandería Real en 1997, el álbum con el sonido más internacional de un grupo paisa y quizá colombiano en ese entonces (por lo menos para mí). Y ahora casi quince años después lo escucho y me sigue sonando excelente; mamonazos como “Las Puertas del Amor”, “Todo Bien”, el homenaje a un malogrado pugilista colombiano en “Jimmy García”, “El Pobre” (digna de cualquier buen momento barero con amigos) y la magnífica y real denuncia de lo que pasaba en mi país en los 90’s con “Justiciero” (¿acaso dije pasaba?) eran la muestra inequívoca de que la lucha de los titanes anteriores había valido la pena y el rock nacional se iba, “palo arriba” para el exterior.


Pasaron los años y mis ojos y oídos eran testigos de nuevas propuestas en la escena local: unas de todo mi gusto, y otras no tanto, pero quizás por la calidad de algunos y/o el aprovechamiento de todas las nuevas y mencionadas ventajas por parte de los otros, uno veía que triunfaban, que llegaron lejos y se mostraron internacionalmente. Y mientras eso pasaba, todos esos años me preguntaba ¿y qué pasó con Bajotierra? ¿Cómo era posible que esa bandota se quedara en promesa, justo en la época en que tantos tenían la oportunidad de mostrarse en el exterior?

Para alivio mío y de muchos otros la segunda parte de la década pasada, Bajotierra regresó, quizás para mi antojo no con todo el éxito y reconocimiento que se merecen, pero ¡qué carajos!, estaban de vuelta. Su álbum Los Días Adelante de 2006, que tiene por muchos ratos las ganas de devolvernos a esa esencia noventera, incluye excelentes canciones como “La Reina del Hielo”, “Vigilante”,  La Policía del Amor” y “Haz tu Vida”.


Excelente que Bajotierra siga vigente (el que tenga el chance no deje de tener el recopilatorio El Pobre Y Otros Éxitos de 2008). Bacano que sigan dando conciertos (así yo siga sin podérmelos topar).Y qué bueno que también exista esa estupenda subvertiente, producto de tantos años de silencio (Los Parlantes). Ojalá que la espera para un nuevo trabajo discográfico esta vez no sea tan larga y que sigan demostrando por qué para muchos como yo, siguen siendo un bastión importante en la historia del rock nacional. Grandes!!.

2 comentarios:

  1. Edgar, está super tu blog..

    Para disfrutar la buena musica de Parlantes, puedes ir al Teatro Lido en el Parque Bolivar...
    En el facebook de Parlantes siempre publican sus toques y estrenos musicales.

    La voz de Camilo Suarez lo mejor!!!

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    1. Bacano que te haya gustado Sara; aún tengo pendiente ir a verlos. Muchas gracias por leerme. Un saludo

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