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lunes, 12 de septiembre de 2011

YO ME LLAMO: ENRIQUE BUNBURY

He tenido una extraña sensación estos días. Después de que todos estos años no he hecho sino criticar por lo vacío y predecible que suelen ser los mal denominados realities, debo reconocer que me ha dado por seguirle la pista al concurso de imitación, “Yo Me Llamo”.

Y sí, yo sé que no debe aportar nada nuevo a la ya saturada parrilla de programación de este género que sin darnos cuenta nos invadió hace como 10 años: una previa al concurso en donde muestran a cuanto payaso hay llegando hasta el extremo del absurdo (la burla da raiting); unos concursantes que muy seguramente ya tenían pre-seleccionados porque su talento da pa’ sostener por varias semanas el programa (grande Blades); un jurado en donde siempre brilla el que menos sabe de lo que tiene que juzgar (quien lo creyera pero en autoridad moral para juzgar, los tatuajes de Marbelle están ahora al nivel del bisturí de la tía que siempre quise tener: Amparo Grisales).

A todas estas, me hice una película mental: si yo tuviera la oportunidad de participar en este rollo, teniendo unos cuantos (no pocos) kilos de menos y una buena pinta, ¿a qué artista me gustaría rendirle homenaje?...y entre todos mis ídolos anglos y los de mi lengua materna, no puedo dejar pasar por alto el nombre de uno de los grandes artistas que ha dado la madre patria: el maestro Enrique Bunbury.



Ese Bunbury, con su postura de frontman con ganas de tragarse el escenario (muy Morrison? Si, y qué?), cuyo recuerdo imborrable tengo del concierto de hace 15 años en el estrecho y acalorado Palacio de los Deportes en Medellín, cuando sin saberlo, presenciábamos lo que sería la última gira oficial como banda de una de las joyas del rock en nuestro idioma: Héroes del Silencio.



Ese Bunbury cuyo inconformismo e inacabable afán de búsqueda lo llevaron a hacer distintos viajes (físicos y musicales), con sonidos psicodélicos que contrastan después con la estética cabaretera y las melodías profundas y poéticas. El artista que ha entendido que el rock & roll es mucho más que música.

De esto fui nuevamente testigo un par de años después, en el mismo escenario…mejor dicho, lo único que me faltó y de lo que ahora me arrepiento, es de no haberle hecho caso a un amigo que me invitó a su rueda de prensa, a la cual no puede asistir por considerar que no tenía ropa adecuada…hasta foto con el maestro me hubiera tocado; como dicen las señoras de barrio “envidia, de la buena”.



Mientras espero el momento de volverlo a ver en concierto, debo seguir imaginándome que para la ronda eliminatoria del concurso sorprendería a las Amparos con “La Herida” (y me pongo el parche en el ojo, carajo!!), pasaría a la siguiente ronda con “Los Habitantes”, descrestaría en la primera gala con “Entre Dos Tierras”, le pondría el toque bohemio con “Infinito”, le haría un homenaje a mis amigos y noches del alcohol con “Flor Venosa”, prendería la fiesta con “El Extranjero”, haría erizar a mi tía platónica con “La Chispa Adecuada”, improvisaría un dúo con la gordita que hace parodia (no imitación) de P!nk para cantar “Frente a Frente” y me ganaría esa vuelta con la fuerza de “La Sirena Varada”…tengo todo preparado!!

El llanto de Valentina -mi bebé de un año- me hace volver a mi realidad. Vuelvo a ser un simple fanático del rock que entiende que en concursos de esos, lo que pega es otra cosa y que ni en sueños alcanzaría semejante nivel…perdóname Enrique por la herejía. Cómo vos, solo uno.

2 comentarios:

  1. gordo sos grande. que buena prosa. y al igual que vos me hiciste volver por un momento a esos dos conciertos memorables. la rueda de prensa te perseguirá hasta el dia de tu partida. pero nos queda la musica, los amigos y el buen trago.

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  2. Viejo se que fuiste el mejor, y te sacaron fue por bueno, por no tener competencia....

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