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domingo, 25 de septiembre de 2011

BUSH: NADANDO EN UN MAR DE RECUERDOS

Todo lo que criticaba en mis tiempos de adolescente, cuando a mis viejos les encantaba jactarse en la añoranza diciendo cosas como “todo tiempo pasado fue mejor”; qué carreta más barata. Lo bueno era lo mío, no lo de antes y siempre iba a ser así, solía decir, algunas veces para mis adentros y otras no tanto. Error!!

Con la seña de una que otra cana me pongo a revisar mi música, mis gustos y pasiones, y como la lengua es el peor azote de la nalga, ratifico que los viejos tenían razón y que sin dejar de desconocer algunas buenas cosas del momento rock actual, siempre termino volviendo al pasado.

Me devuelvo a los 90’s, plagados de buen rock & roll y a los que entré con algo de resistencia pues para mi, los duros siempre iban a ser las bandas exponentes del buen heavy glam. Esta decada me mostró nuevas formas de ver y sentir la música, con grandes bandas que hoy por hoy resurgen. Tal es el caso de Bush, quienes se convirtieron en la primera banda británica poseedora de un sonido post-Nirvanudo por allá en el 94.


Curiosamente los británicos a quienes hay que reconocerles que siempre han estado a la vanguardia en cuanto a géneros musicales (padres del heavy metal, del punk, del brit-pop para dar algunos ejemplos), se habían quedado rezagados en todo ese boom del grunge noventero. Pero ahí estuvieron Gavin Rossdale y sus muchachos para decir presente con “Little Things”, “Comedown”, "Everything Zen" o “Glycerine”, himnos de ese primer trabajo “Sixteen Stone”. Discazo por donde se mire.


A pesar de que sus posteriores trabajos como "Razorblade Suitcase" del 96, “The Science of Things” del 99 y Golden State” del 2001, no tuvieron el mismo éxito del álbum debut, no nos podemos olvidar de buenos temas como "Swallowed", "Greedy Fly" , "The Chemicals Between Us" o "The People That We Love". Cerveza corrió de cuenta de varios de ellos.

El bajón en popularidad, la consabida separación, el cuarto de hora que le sonrió a Rossdale como solista adulto-contemporáneo y actor (matizado por su estable matrimonio con la líder de No Doubt, Gwen Stefani) y los posibles rumores de la reunión, han marcado la vida de Bush durante los últimos 10 años. Hasta que finalmente la banda soltó la perla en junio de año pasado de que se volvían a reunir, estrenando dos nuevos miembros y lanzando un abrebocas (“Afterlife”) de lo que sería su primer trabajo de estudio desde 2001.

“The Sea of Memories” es el título del  álbum regreso de esta insignia noventera y cuyo sencillo “The Sound of Winter” ya lleva varias semanas en las primeras posiciones de las listas. Porque siempre es bueno volver a la añoranza y por qué no, nadar en un mar de recuerdos.


lunes, 19 de septiembre de 2011

DOWN: O EL OTRO AMOR DE PHIL ANSELMO

A nivel del Rock & Roll los expertos en la materia han utilizado el término supergrupo para categorizar a las bandas cuyos miembros  forman o formaron parte de otros importantes grupos; es algo como si en el fútbol hubiésemos podido tener en su momento, de medio campo a hacia arriba  (y no para un partido de exhibición) a Gatusso y Essien en la contención, Zidane creando y Ruud van Nistelrooy con  “Lio” adelante…qué combo!!

La industria discográfica igualmente ha tenido la oportunidad de lanzar grandes uniones, algunas de vida corta (1 o 2 discos), otras que se convierten en la vía de escape de los artistas (pa’ hacer las cosas que no pueden hacer con la oficial, como en la vida real aunque no es mi caso, aclaro) y otras un poco más duraderas y sólidas.

A mediados de los noventas surgió uno de los buenos proyectos del hard rock de los últimos años: Down, a través de la unión de talentos de bandas de heavy metal norteamericano, como Corrosion of Conformity (consentidos de su majestad, Metallica), Crowbar, Eyehategod y el aporte del vocalista de una de las bandas más influentes del heavy metal y a la cual muy seguramente en otro post le dedicaré unas líneas: Pantera.


El primer álbum editado en el 95 “NOLA” (abreviatura de sus ciudades natales New Orleans y Los Angeles) nació como un experimento de laboratorio a manera de “ensayis” articulado por su gusto por Black Sabbath, pero se convirtió en todo un éxito, gracias a mamonazos como “Stone The Crow”.


Entre ires y venires en los que no han faltado enfermedades, problemas personales, cambios de formación y las adicciones a drogas y alcohol de sus miembros (en especial de Phil Anselmo), la banda sureña cuenta a la fecha con otras 2 placas de estudio, “Down II: A Bustle in Your Hedgerow” del 2002 y “Down III: Over the Under” del 2007.

Temas recomendados? Infaltables al margen de la ya mencionada, temas del primer álbum como “Rehab” , "Temptations Wings”,  "Bury Me in Smoke" y “Lifer”; “Beautifully Depressed” del Down II y más recientemente “On March The Saints” y “Mourn” del Down III.


Quedamos a la espera del material que han ido grabando en medio de sus giras y que curiosamente, no piensan editarlo como un cuarto álbum (¿Down IV?), sino como 4 EP por separado para competir en términos económicos con las descargas por internet; el primero de ellos está listo, con 6 canciones nuevas…Ojalá que como dijo el mismo Anselmo, haya Down para rato.

lunes, 12 de septiembre de 2011

YO ME LLAMO: ENRIQUE BUNBURY

He tenido una extraña sensación estos días. Después de que todos estos años no he hecho sino criticar por lo vacío y predecible que suelen ser los mal denominados realities, debo reconocer que me ha dado por seguirle la pista al concurso de imitación, “Yo Me Llamo”.

Y sí, yo sé que no debe aportar nada nuevo a la ya saturada parrilla de programación de este género que sin darnos cuenta nos invadió hace como 10 años: una previa al concurso en donde muestran a cuanto payaso hay llegando hasta el extremo del absurdo (la burla da raiting); unos concursantes que muy seguramente ya tenían pre-seleccionados porque su talento da pa’ sostener por varias semanas el programa (grande Blades); un jurado en donde siempre brilla el que menos sabe de lo que tiene que juzgar (quien lo creyera pero en autoridad moral para juzgar, los tatuajes de Marbelle están ahora al nivel del bisturí de la tía que siempre quise tener: Amparo Grisales).

A todas estas, me hice una película mental: si yo tuviera la oportunidad de participar en este rollo, teniendo unos cuantos (no pocos) kilos de menos y una buena pinta, ¿a qué artista me gustaría rendirle homenaje?...y entre todos mis ídolos anglos y los de mi lengua materna, no puedo dejar pasar por alto el nombre de uno de los grandes artistas que ha dado la madre patria: el maestro Enrique Bunbury.



Ese Bunbury, con su postura de frontman con ganas de tragarse el escenario (muy Morrison? Si, y qué?), cuyo recuerdo imborrable tengo del concierto de hace 15 años en el estrecho y acalorado Palacio de los Deportes en Medellín, cuando sin saberlo, presenciábamos lo que sería la última gira oficial como banda de una de las joyas del rock en nuestro idioma: Héroes del Silencio.



Ese Bunbury cuyo inconformismo e inacabable afán de búsqueda lo llevaron a hacer distintos viajes (físicos y musicales), con sonidos psicodélicos que contrastan después con la estética cabaretera y las melodías profundas y poéticas. El artista que ha entendido que el rock & roll es mucho más que música.

De esto fui nuevamente testigo un par de años después, en el mismo escenario…mejor dicho, lo único que me faltó y de lo que ahora me arrepiento, es de no haberle hecho caso a un amigo que me invitó a su rueda de prensa, a la cual no puede asistir por considerar que no tenía ropa adecuada…hasta foto con el maestro me hubiera tocado; como dicen las señoras de barrio “envidia, de la buena”.



Mientras espero el momento de volverlo a ver en concierto, debo seguir imaginándome que para la ronda eliminatoria del concurso sorprendería a las Amparos con “La Herida” (y me pongo el parche en el ojo, carajo!!), pasaría a la siguiente ronda con “Los Habitantes”, descrestaría en la primera gala con “Entre Dos Tierras”, le pondría el toque bohemio con “Infinito”, le haría un homenaje a mis amigos y noches del alcohol con “Flor Venosa”, prendería la fiesta con “El Extranjero”, haría erizar a mi tía platónica con “La Chispa Adecuada”, improvisaría un dúo con la gordita que hace parodia (no imitación) de P!nk para cantar “Frente a Frente” y me ganaría esa vuelta con la fuerza de “La Sirena Varada”…tengo todo preparado!!

El llanto de Valentina -mi bebé de un año- me hace volver a mi realidad. Vuelvo a ser un simple fanático del rock que entiende que en concursos de esos, lo que pega es otra cosa y que ni en sueños alcanzaría semejante nivel…perdóname Enrique por la herejía. Cómo vos, solo uno.

lunes, 5 de septiembre de 2011

SOCIAL DISTORTION: REDIMIENDO EL PUNK ROCK

Si he de hacer algún acto de contrición respecto a mis gustos musicales, indudablemente lo he de relacionar con mi radicalismo con otros géneros. Nunca he intentado treparme en el barco de lo que está sonando simplemente por no verme como directo descendiente de la era cavernícola con los demás.

Sin embargo esa posible “intolerancia musical” (totalmente venida a menos cuando hablamos de mi “lado oscuro-salsero-viejo”) no se refleja a la hora de abordar todo el universo rock, que pa’ mi termina siendo uno solo. Y es por eso que en mi colección personal conviven sin desentonar cosas aparentemente tan disímiles como el rock & roll cincuentero tipo Chuck Berry, el trash, el pop ochentero, el grunge o el rap-metal…se vale todo señores.

En esa melcocha musical aparecen los buenos sonidos del punk rock, en donde sin considerarme un experto en la materia ni mucho menos, si me gustan varios grupos. Uno de ellas es precisamente Social Distortion, una de las formaciones líderes del movimientos punk rock californiano de finales de los 70’s.


La banda está encabezada por una de las leyendas vivientes del movimiento y que ahora es el único miembro original (Mike Ness). Ha contado en sus filas con diferentes miembros pertenecientes a otras reconocidos grupos como Danzing, The Offspring, Rancid, Angels & Airwaves y The Adolescents.

Los Social Distortion se la han pasado todos estos años haciendo excelentes canciones, compendiadas en sus 7 placas de estudio, de las cuales la más reciente “Hard Times and Nursery Rhymes” lanzado en enero de 2011, fue la más alta entrada en los listados de la Billboard 200 en sus 32 años de carrera (posición #4), gracias en parte a su primer sencillo “Machine Guns Blues”.

¿Temas recomendados? Tarea difícil, pues hay varias en sus discos (ese tercer álbum con nombre homónimo al de la banda, es de los buenos trabajos de rock de la década de los 90’s según la crítica). Si debo elegir, me inclinaría por temas como “Bad Luck”, “Ball And Chains”, “Cold Feelings”, “Far Behind”, “Let it be me”, “When She Begins” y la inacabable “Story of my Life” que es de lo poquito que soy capaz de tocar jugando Guitar Hero en el play.


Al ver las influencias de los Social (punk, rock y hasta el country del gran Jhonny Cash), así como las de muchas bandas de mis afectos, puedo entonces decir que mi acto de contrición si fue efectivo y puedo tener la tranquilidad de conciencia de que mi melcocha es simplemente una: Rock!!