Buscar este blog

domingo, 30 de octubre de 2016

MORIR Y VIVIR POR SIEMPRE


¿Le temo a la muerte?. Sin mucho ponerme a pensar me encuentro ante la habitual disyuntiva que mueve algunas de mis decisiones porque en realidad, no pero si.
Como cualquier desprevenido que lee esto soy consciente de que en algún momento simplemente esta vuelta se va a acabar. El inevitable final llegará y como tal eso no me genera temor.

No obstante me asusta llegando al repugno, la entrometida idea de imaginarme que un día simplemente no voy a estar como digo yo "disfrutando el inexplicable valor de lo simple" y saber que nada de lo que se hizo sirvió para alguna vaina, le dejó huella a alguien o que nos quedamos en meras buenas intenciones de hacer algo; por más trascendental o banal que suene ayudar a unos viejos a hacer mejor su existencia en sus últimos años, liderar un equipo de trabajo, pasar bueno con los amigos como si el licor se fuera a extinguir al día siguiente, sacar adelante retos que se veían complejos a los ojos de cualquiera o educar a una hija para que sea el oasis en una sociedad en donde los valores parecieran en desuso.

En días como hoy me levanto con ese soñador y quizás egoísta pensamiento en el que me imagino que haber estado por aquí realmente ha valido la pena y que si por algún motivo nos toca rendir cuentas, tratamos simplemente de no hacerle el daño a nadie, de dejarle algo bueno para su vida a alguien o convertirse en un buen recuerdo de quien pasa por un sitio o escucha una canción. Todo esto se convierte en motor para hacer cosas que no se han realizado, con el propósito de ver si dejamos este cuento sin la mayor cantidad de pendientes posibles. Hacer todo. Hacerlo pronto. Hacerlo bien.

Morir y seguir viviendo. Dejar de ser pero estar. Trascender dejando una huella positiva. Hoy a nuestra manera en MetroRock una muestra de que es posible trascender, con algunos grandes artistas que en vida no nos acompañan pero cuyo legado se perpetua cada vez que los ecos del mejor rocanrol acompañan nuestro trasegar en ese camino llamado vida.








































































No hay comentarios.:

Publicar un comentario