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lunes, 30 de octubre de 2017

TODO ME HUELE A MIERDA


Simplemente me harté. Me harté hasta el repugno del nauseabundo hedor de la mal llamada "clase política", porque de seguro la única clase que tiene es la de la corrupción. Esa no es cualquier clase: nos dan cátedra, nos rematan con un discurso magistral que nos ponga a cabecear en el salón y aprovechando nuestro somnoliento estado, nos sacan cuanto tengamos en el bolsillo. Y además, nos ponen a repetir la materia.

En mi quizás soñador y quizás inocente corazón, no puedo concebir como alguien que tiene el poder de hacer cosas en representación de otros (que quizás con la misma inocencia y mucho de esperanza confiaron en él), desaprovecha esa oportunidad única de dejar huella en la historia solo porque su jodida ambición se desborda ante tremendos botines disfrazados de contratos, prebendas y presupuestos, para desembocar en la satisfacción de sus intereses personales.

Los niveles de tolerancia política en mi caso, llegaron al punto de la total desesperanza. Ingenuamente miro el horizonte en todas direcciones mientras que a la par, mi raciocinio me dice que realmente no hay para donde mirar. Veo con desaliento sumo, noticias relacionadas con política en cualquier lugar del orbe y me encuentro con la misma mierda. A nadie le importa lo que pase. Y ni qué decir cuando miro para el patio de esta adolorida y saqueada casa patria en la que Dios y doña María V, dispusieron que naciera.

Los excrementos pululan en el entorno. Cual voraces forajidos del oeste sin antifaz visible, la carroña politiquera de estas tierras del sagrado corazón se regodea con el banquete servido por una masa borrega que sigue creyendo en que, el secreto de la tierra prometida, radica en tener unos tipos que van a hacer todo por ellos (nada más lejos de la realidad.), mientras no se da cuenta que el poder se concentra en unas cuantas pocas e influyentes familias desde tiempos inmemoriales en donde también había que sacar la ventaja por encima de lo que fuera. En tipos que juegan con nuestro futuro como si se tratara de un juego de mesa en el que siempre perdemos mientras ellos reparten puestos burocráticos como si estuvieran dando fichas de un casino del cual son dueños.

Y llegan otros olores a aromatizar el defecante cóctel: el de los pésimamente llamados ciudadanos que son capaces de vender su combo doble de conciencia + futuro por una botellita de licor, un tamal trasnochado y eso si, que haya parranda hasta el amanecer y por ese es que hay que votar hijuemadre!...Se mezcla con el olor de los que se las dan de eruditos pontificando con su doctrina política, tachando de ignorantes a los que no creen en lo que ellos creen y peor aún, peleando batallas en las calles y redes sociales en favor de una recua de ratas que lo que menos les importan son sus valientes guerreros de tinta; discusiones estúpidas que se dan mientras el altar de su creencia se desmorona frente a sus ojos pues la carroña también pasó por ahí.

Y a los demás, claro que también nos salpica la porquería. Se esparce sobre los indiferentes que piensan que por no hacer valer su derecho al voto están haciendo algo, cuando en realidad su apatía presta la misma utilidad que las tetillas de los hombres. Le salpica a todos los que simplemente eligen candidatos porque les parece que habla bonito, se ve bonito o tiene cara de robar menos (lamentable) cuando lo que realmente hay que hacer es sacar el tiempo para medianamente saber cuáles son los planes de gobierno y si de manera coherente, este enlaza con sus valores, creencias, sueños e intereses. Pero ¿eso a quién le importa? No hay tiempo para eso; hay que consumir la mayor cantidad de realities y narco novelas posible, hay que rendijear por la ventana mientras le roban el celular al vecino y no hacemos nada, hay que enseñarle a los hijos que no sean bobos y se aprovechen de los otros. Fétidamente triste.

Mientras seguimos imaginando que no necesariamente todo tenga que ser siempre así; que quizás espulgando dentro de la materia fecal de la politiquería encontremos candidatos serios, con capacidad de planeación y ejecución, que crean en que debe primar el bien colectivo sobre el individual; mientras algunos soñamos en que este cuento no es de halar hacia la izquierda o hacia la derecha sino hacia adelante en un entorno que le de más valor a la educación y a las oportunidades sociales; mientras seguimos trabajando por sacar adelante a nuestras familias y educando a los hijos en valores para que sean actores positivos de una sociedad porque los grandes cambios se dan desde nuestros pequeños universos...mientras eso pasa, los dejo con esta lista de buen rock que también nos ha invitado a reflexionar, a rechazar el sistema y no dejar que todo siga igual de podrido. 


Rage Against the Machine - Killing in the Name





Protesta - Nepentes







The Sex Pistols - Anarchy in the UK





Green Day - Holiday





Guns n' Roses - Civil War





Creedence Clearwater Revival - Fortunate Son





The Who - Won't Get Fooled Again





System of a Down - Boom

}



La Pestilencia - Que Buen Ciudadano Soy





Bruce Springsteen - Born in the USA




Buffalo Springfield - For What Its Worth





Neil Young - Let's Impeach the President




John Lennon - Working Class Hero





Bob Marley - Get Up Stand Up





Public Enemy - Fight The Power





Molotov - Gimme Tha Power





Bob Dylan -  The Times They Are A-Changin




The Rolling Stones - Street Fighting Man






R.E.M. - Ignoreland





U2 - Sunday Bloody Sunday




Crosby, Stills, Nash and Young - Ohio





Bersuit - Sr. Cobranza