Buscar este blog

martes, 26 de septiembre de 2017

UN HIMNO, UN REGALO Y U2


La vida a ratos nos quita ganas, momentos y sueños, pero en otros se viene con todos los regalos debajo del brazo para darle un sabor agradable al hecho de estar aquí, aguantándose a pelafustanes que se la pasan tramando, viendo como políticos se llenan sus bolsillos mientras se burlan de todos, renegando por injusticias que todos vemos y nadie ve o llorando tragedias propias y ajenas. Quiero creer que la vida es más que eso.

Mientras esto escribo, se escucha de fondo With or Without You de U2 cual si fuere una banda sonora que está ahí para acordarme de todo lo que estos 42 almanaques a bien me han sabido dar. Trato (sabiendo que no obtendré ningún éxito en ello) de contar el número de jodidas veces que literalmente he saboreado una etílica copa mientras esta melodía retumba; pienso en todos los buenos momentos con amigos del alma al son de carcajadas y recuerdos que se niegan a morir. Intento pensar en los momentos en los que una lagrima rodó por mi ojeroso rostro en nostálgica señal de todo el dolor que se puede sentir al ver como el amor de siempre se iba y regresaba.

Es que es simplemente sublime pensar en cómo una sola canción representa tanto en la vida de alguien, logrando compactar toda esa montaña de recuerdos y por qué no, esperanza en lo que se viene. Un himno personal que hace más de 20 años me sirvió para ratificarle a ese amor que iba y volvía, que realmente yo estaba ahí, que la iba a esperar, que iba a hacer todo lo humanamente posible por hacerla feliz y que algún día bailaríamos elegantemente vestidos esta canción en medio de vinos sobre una terraza de un hotel parisino, después de una tranquila caminata por los campos elíseos.

Hoy la vida me da el regalo de despertar a su lado todos los días, de tener la indescriptible sensación de construir cosas juntos, de complementarnos día a día para que con nuestras acciones frenemos el desgaste del tiempo y de fortalecer un amor que después de superar todos los obstáculos, se materializó hace ya 7 años en una princesa que con su sonrisa y espontaneidad, nos cambia el día por malo que haya sido.
Y cual si fuera poco, la vida me da el regalo de poder disfrutar a su lado, de un concierto en el que me visualizo fundiéndonos en un abrazo que propicie que la existencia se detenga temporalmente por esos 4 minutos y 55 segundos, reteniendo en mente y alma, todo lo que hemos pasado y lo que vendrá, mientras París nos da espera.

A mi flaca, compañera de camino. Un corazón…Una esperanza…Un amor.


Nota de cierre: 
No me las voy a venir a dar de ser el más fiel seguidor de la banda irlandesa. Soy de los que considera que el The Unforgettable Fire y el Joshua Tree son unos álbumes sencillamente monumentales; soy de los que renegué con su apuesta rupturista en varias canciones "electro-pop" que hicieron con sus trabajos en los 90's y también soy de los que se regocijó con el cambio de milenio al oír una placa estupenda como All That You Can't Leave Behind, justo en la época en la que junto con R.E.M. eran de lejos, lo mejor en el rock de este planeta.

Una gran banda, de esas de las que quien gusta de este cuento, no debería dejar pasar la oportunidad de ver en vivo. Les dejo este playlist con las que a mí más me gustan.